La semana pasada autoridades del equipo económico encabezadas por la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, comparecieron ante la Comisión de Presupuesto Integrada con Hacienda de la Cámara de Senadores. El tema central fue la Rendición de Cuentas del año 2023 presentada recientemente. Tras la presentación, integrantes de gobierno y legisladores de la coalición y el Frente Amplio intercambiaron sobre los resultados fiscales, empleo, salario real, inflación y competitividad, entre otros asuntos. Y cómo pasa habitualmente también se coló el precio del dólar en Uruguay, cuyo valor nominal esta hoy algo por encima de los $ 40 en el mercado interbancario. En la ronda de preguntas y comentarios, el presidente del Banco Central (BCU), Washington Ribeiro, reiteró que no es una variable que esté bajo manejo del banco porque no hay intervención desde agosto de 2021, y el valor lo fija el mercado. En ese sentido, expresó que la política monetaria “incide sobre eso, no con la vocación de hacerlo sino como consecuencia”, porque el objetivo es el combate de la inflación y alinear las expectativas. “No hay un tipo de cambio que cierre el balance en todas las empresas en Uruguay” Ribeiro preguntó si un valor de $ 40 es el “correcto” y “el que les cierra” el balance a todas las empresas de Uruguay. “Por supuesto que no, como tampoco se lo cerraría un tipo de cambio de $ 30 o de $ 50. No hay un tipo de cambio que cierre el balance en todas las empresas en Uruguay y eso es lo que justifica legítimamente el reclamo de todos o de parte de los sectores empresariales. Si el tipo de cambio fuera de $ 50, serían otros los que reclamarían, y si fuera de $ 30, sucedería lo mismo porque, reitero, no hay un tipo de cambio que cierre el balance de todas las empresas”, subrayó el titular del BCU ante los legisladores. Más adelante, el economista se refirió a los factores que pueden afectar el tipo de cambio nominal. Entre ellos mencionó a la inversión extranjera directa, que resumió como “capital de riesgo que viene a generar empleo”. Precisamente, la entrada de dólares a la economía (niveles récord en 2023) es un aspecto que en el último tiempo las autoridades de gobierno han señalado como uno de los elementos que ha puesto presión sobre el tipo de cambio. Otro factor que puede incidir son los cambios de portafolio por parte de no residentes, lo conocido como carry trade. Aunque sobre este punto, Ribeiro dijo que la tenencia de títulos del BCU de no residentes es hoy “extremadamente baja”. Añadió que el diferencial de tasas entre la definida por la Reserva Federal de Estados Unidos y la tasa de política monetaria de Uruguay “tampoco es extremadamente elevada hoy para que explique una entrada de capitales especulativos, y por algo no lo hay”. En la lista de factores que pueden tener incidencia también mencionó a la estabilidad económica, motivada, según explicó por inflación baja, regla fiscal, competitividad, infraestructura, apertura comercial, y sobre todo, la productividad. “Todos los legisladores y políticos son responsables del tipo de cambio en Uruguay” Por último, Ribeiro se refirió a la estabilidad política. “Voy a decir algo que les va a sonar raro, pero quiero compartir las responsabilidades. Ustedes son responsables del tipo de cambio que hay hoy en Uruguay, todos los legisladores, todos los políticos de este país, los que estuvieron, los que están y los que van a venir, por la estabilidad política de Uruguay, por la democracia que vivimos en Uruguay, por el respeto al Estado de derecho, y eso no es patrimonio solo de un gobierno, sino que es una construcción al cabo del tiempo y atrae inversión. Por suerte atrae inversión, porque es la que da empleo y mejora la calidad de vida de los uruguayos, que es lo que todos queremos”, dijo según la versión taquigráfica. “¿Qué gobernante puede no querer eso? Entendamos que mientras tengamos un país estable –¡ojalá lo sigamos teniendo!– el tipo de cambio en Uruguay no va a ser fuente de explicación ni de mejora de la competitividad. Lamentable o afortunadamente, es así. Sí hay que trabajar sobre la competitividad. Allí se juega el futuro del país porque Uruguay tiene que crecer a tasas altas. Necesariamente debe ser así porque tenemos una sociedad demandante y está bien que lo sea”, añadió el economista.
Fuente: El Observador