Tras el impasse obligado que imponen las vacaciones de verano, la agenda económica en Uruguay vuelve a rodar esta semana con hechos relevantes. Las miradas están puestas en la presentación que realizará el próximo miércoles la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche. La exposición se centrará en la situación fiscal y las perspectivas macroeconómicas del país para 2024. Esta presentación que funciona como una “rendición de cuentas” del equipo económico se realiza de manera ininterrumpido desde 2021 y al promediar febrero. El balance de resultados suele extenderse entre 45 minutos y una hora, y en esa instancia se hace referencia a la evolución reciente de distintas variables. Cabe esperar que el gobierno destaque la recuperación observada del salario real en el último año y el dinamismo del mercado trabajo en 2023, que se mencione la suba del grado inversor - clave para las condiciones de acceso al financiamiento internacional-, los proyectos de inversión privada, las transferencias sociales, la importancia de la reforma de la seguridad social, y las inversiones en infraestructura vial, entre otros puntos. Además, es una oportunidad donde se suelen actualizar proyecciones oficiales sobre el crecimiento esperado de la economía. Hoy está vigente una estimación de 3,7%, que es lo que el gobierno estableció a mitad del año pasado en el proyecto de Rendición de Cuentas, pero que quizás puede afinarse. La economía que viene Con desempeño magro, la economía de Uruguay crecerá apenas unas décimas por encima de 0% en 2023, algo previsible en un año que estuvo marcado por factores extraordinarios como la sequía. También pesó la finalización de las obras de UPM 2, la parada técnica de la refinería de Ancap. Ese impacto que jugó negativamente en las cuentas nacionales no estará en 2024, y hace prever mejores resultados en la producción del agro y las exportaciones de bienes, a lo que también se sumará el funcionamiento a pleno de la nueva planta de celulosa en Durazno. También caben esperar efectos más acotados por la diferencia cambiaria con Argentina que se ha ido acortando. Las perspectivas apuntan a un mayor dinamismo de la economía, que crecería en el eje entre de 3% y 4%. Hay otro asunto que probablemente se incluya en la presentación y son los resultados de inflación (5,1% interanual a enero). El fuerte descenso de los precios es un punto que seguramente las autoridades no querrán dejar de destacar. Aunque vale recordar que este punto no estuvo presente en oportunidades anteriores, cuando el nivel de precios minoristas estaba muy por encima de la meta oficial. Metas fiscales y resultado estructural Un capítulo fundamental de la presentación girará en torno a la situación de las cuentas públicas. Las autoridades harán público el resultado fiscal estructural –excluye efectos de fluctuaciones cíclicas y factores extraordinarios como la sequía–. Este es uno de los tres pilares de la regla fiscal -junto con el tope de crecimiento del gasto y el tope de endeudamiento- que se cumplió en los tres años anteriores. El gobierno ha insistido en que esa meta se ha logrado sin tener que aumentar impuestos. El cálculo del resultado fiscal estructural también será revisado y calculado por el Consejo Fiscal Asesor, que se expedirá sobre el tema pocos días después. Este es un órgano técnico, honorario, e independiente, que tiene como objetivos dotar de mayor transparencia al manejo de la política fiscal, así como velar por la sostenibilidad de las finanzas públicas.
Fuente: El Observador