El conflicto obrero-patronal de la Asociación Internacional de Estibadores (ILA-USMX, en inglés) y la amenaza de una huelga que detendría operaciones en los principales puertos de Estados Unidos plantea retos significativos para Puerto Rico, si se trastoca la cadena de distribución que permite la llegada del 80% de la mercancía y productos que se consumen en la Isla. Así lo expusieron líderes de diferentes gremios que representan al sector comercial, a los trabajadores de puertos y al gobierno de Puerto Rico, ante la amenaza de una huelga de 45,000 trabajadores portuarios. El conflicto cubre a 14 puertos de la costa este y del golfo de Estados Unidos, y detendría el tráfico de contenedores de Maine a Texas. Anoche continuaban las conversaciones entre las partes, en busca de alternativas sobre el convenio colectivo, para evitar el inicio de la huelga. Si no lograban los acuerdos la huelga estaba pautada para iniciar a las 12:00 de la madrugada. “Este es el tipo de situación que puede ocurrir en cualquier momento, no solamente tiene que venir un huracán para impactar la cadena de suministro, sino que pueden ocurrir cosas como estas (huelgas), y por nosotros siempre tener niveles de inventario por debajo de lo que deberíamos de tener, consecuentemente se ve afectada la disponibilidad de productos”, recalcó José González, presidente de la Asociación de Comercio al Detal (Acdet), y dijo que por eso “necesitamos eliminar el impuesto al inventario para disminuir el riesgo”. Actualmente, Puerto Rico importa la mayoría de sus productos desde el puerto de Jacksonville, donde se estima que una huelga afectaría alrededor de un tercio de las operaciones, principalmente, en el manejo de contenedores internacionales y el volumen de vehículos internacionales operados por SSA Jacksonville. No obstante, las operaciones restantes, que incluyen la mayor parte de la carga destinada a Puerto Rico, en principio, continuaría con normalidad, de acuerdo con declaraciones oficiales de la Autoridad de los Puertos de Jacksonville, de donde proviene alrededor del 80% de la carga que llega a la Isla. Hernán F. Ayala Rubio, presidente del Luis A. Ayala Colón Sucrs, del Consorcio Puerto Nuevo Terminals, que opera terminales de transporte marítimo en la Isla, explicó que el convenio de sus empleados no es con la ILA-USMX, sino con la ILA- Local 1740 y vence en septiembre 30 del 2025. “No esperamos inconvenientes con los barcos que trabajamos, tanto internacionales como domésticos. Los barcos domésticos que trabajamos que provienen de Jacksonville tampoco están en convenio con la ILA- USMX”, explicó Ayala Rubio, por lo cual no anticiparía dificultades en el corto plazo. De acuerdo con González, por el momento, los comercios que representa cuentan con el abasto suficiente para las próximas dos semanas. Sin embargo, reconoció que, de iniciar una huelga y extenderse en el tiempo, sí podrían comenzar a escasear productos en las góndolas. En el caso de la Cámara de Mercadeo, Industria y Distribución de Alimentos (MIDA), su vicepresidente ejecutivo Manuel Reyes, indicó que la posibilidad de una huelga “es un aviso de que Puerto Rico tiene que buscar la forma no solamente de quitarle las penalidades a los inventarios, sino que tiene que incentivar el inventario de productos para minimizar riesgos. Hace falta un cambio de mentalidad... no podemos seguir atrasando y tomándonos estos riesgos”. Se estima que eliminar el impuesto al inventario reduciría en la Isla entre tres y cuatro puntos porcentuales el faltante en góndola (‘out of stock’), de acuerdo con Professional Market Research (PMR), que el año pasado cerró en un 16.3%, casi el doble de lo que registra Estados Unidos, y sin un conflicto en la cadena de distribución. Analizan impacto inflacionario En el caso de que cerrara el puerto de Jacksonville, o surja una huelga de largo tiempo, podría haber un impacto en el costo los productos, señaló el director ejecutivo de la Autoridad de Puertos, Joel Pizá, pero por ahora no anticipa mayores disloques en la transportación de bienes hacia la Isla. “El domingo pude conversar con el director de la Autoridad Portuaria en Jacksonville, Eric Green, y todos entendemos que el tráfico entre Jacksonville y Puerto Rico no debe interrumpirse. Pero, en el plan B, imaginemos que ocurre lo peor y se comienza a obstaculizar y restringir el acceso a los terminales. Tanto Tote como Crowley (empresas de transporte) tienen otros puertos que no forman parte de estos 14 puertos implicados en la situación obrero-patronal, y podrían activar esos planes de contingencia, lo que, sin duda, implicaría tal vez más transportación terrestre y uso de trenes… ¿Cuál va a ser el reto? Inflación, porque van a tener que transportar mediante trenes y eso es un costo que se va a reflejar”, expuso. Asimismo, indicó que, si la huelga se materializa y se extiende por más de 15, 20 o 30 días, en una cadena de distribución tan globalizada, “algunos productos sin duda se verán afectados”, ya que los 14 puertos constituyen el 50% de toda la carga que llega a los Estados Unidos por vía marítima. “Esto no es poca cosa. Esta podría ser la huelga más grande desde el 1977. La unión ha dicho que no va a afectar los cruceros y el presidente (de la unión) Harold Dagget también ha dicho que tampoco va a afectar la carga militar, pero sin duda alguna va a crear un disloque mayor”, dijo Pizá. Entre algunos de los productos que podrían escasear, destacó los enseres electrodomésticos y los vehículos de motor. Por su parte, en el sector de autos, indicaron que es prematuro pronosticar algún tipo de impacto, ya que existen otras alternativas para hacer disponibles sus productos en caso de atrasos. Señalaron que de haber algún impacto podría ser en las piezas. Para Eduardo Pagán, vicepresidente y gerente general de Tote Maritime en Puerto Rico, por el momento el decreto de una huelga no impactaría el costo de productos. “En este momento no vemos alguna razón para que haya cambios de fletes o alteraciones al servicio de llegada y salida. Para nosotros, la expectativa es seguir nuestras operaciones normales, ya que como se ha publicado en varios medios, los convenios colectivos que interesen a Puerto Rico con la ILA no están dentro de esta negociación de este momento. Esperamos que obviamente cualquier situación se pueda resolver rápido. Pero, en Puerto Rico, al igual que pasó en el 1977, cuando fue la última huelga de la ILA, Puerto Rico en esa ocasión no se vio afectado para nada y la expectativa en este momento es la misma”, sostuvo Pagán. Hasta el cierre de esta edición, la huelga de trabajadores seguía en curso para iniciar después de la medianoche, sin haberse alcanzado un acuerdo para el nuevo convenio colectivo, al tiempo que el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, aseguraba que no intervendría en el conflicto obrero patronal.
Fuente: El Vocero (Puerto Rico)