El informe más reciente del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre las proyecciones de crecimiento para el año 2024 revelan que la región de América Latina y el Caribe experimentará un incremento de 2,1%, tres décimas de punto porcentual que la previsión de julio. A pesar de ello, factores como la inflación o el desempleo, que todavía imperan en la región, aunado a los datos económicos de Haití y Venezuela (economías que enfrentan dificultades) impiden que la expansión sea mayor. La economía mundial experimentará un crecimiento de 3,2% para el presente año, así se desprende del último informe del Fondo Monetario Internacional presentado el 22 de octubre en el marco de las reuniones de otoño que el organismo comparte con el Banco Mundial. No obstante Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI, calificó el crecimiento mundial como “anémico”, al tiempo que alertó sobre la posibilidad que la economía mundial se quede estancada en una “rutina de crecimiento lento y alto endeudamiento”, que se suman a los impactos causados por los conflictos bélicos y las tensiones geopolíticas. “Las familias aún sufren por los altos precios y el crecimiento global es anémico. Esperamos que la economía global crezca un 3,2% este año y se desacelere al 3,1% de crecimiento anual en cinco años. Esta es la perspectiva a mediano plazo más baja en décadas y el comercio ya no es un motor poderoso de crecimiento. Vivimos en una economía global más fragmentada”, dijo Georgieva a los periodistas el 24 de octubre. A pesar que América Latina ya cumplió con su proceso de recuperación tras la pandemia de Covid-19, su crecimiento sigue siendo lento. De acuerdo con lo informado por Rodrigo Valdés, director del Departamento para el Hemisferio Occidental del FMI, el problema que afronta la economía latinoamericana en la actualidad es que está volviendo a un “crecimiento de 2 – 2,5% anual, que se define como la velocidad de crucero. El problema es saber cómo elevar esa velocidad de crucero”. “Las economías en América Latina han regresado gradualmente a su capacidad de crecimiento del 2023 pero han ido desacelerando y eso significa que las economías están teniendo un problema de restricción de crecimiento porque no tienen suficiente inversión, desempleo y baja productividad”, agregó Valdés. El mundo actual se ha visto presionado por conflictos bélicos y tensiones geopolíticas que impactan en la economía. América Latina, también se ha visto impactada por la realidad mundial y sobre ello deben actuar las autoridades para evitar que esos problemas se trasladen al consumidor final, que ya viene afectado por una alta inflación. “Hay conflictos que pueden influir en el precio de las materias primas, el petróleo en particular y eso tiene consecuencias inflacionarias para el mundo entero, tiene implicaciones en la actividad económica y Latinoamérica no está ajena a eso”, indicó el representante del FMI.
Fuente: América economía