Fecha Noticia: 08/10/2024
En momentos en los que el presidente Gustavo Petro arrecia sus enfrentamientos con distintos sectores, y mientras en su propia coalición de gobierno hay pugnas y disputas, este viernes el Ministerio del Interior lanzó formalmente su propuesta para alcanzar el mentado acuerdo nacional. Las bases de dicho acuerdo –que el ministro Juan Fernando Cristo viene anunciando desde que asumió a principios de julio–, abarcan cinco frentes. De acuerdo con el funcionario, la idea es convocar a las fuerzas políticas, a autoridades regionales, a organizaciones de toda índole, a los empresarios, a la iglesia y a la sociedad civil, a participar en un diálogo político y social. “El acuerdo nacional permitirá respetar la vida y la convivencia pacífica como valores fundamentales de la democracia, mejorar la calidad del debate político e impulsar consensos significativos en torno a las soluciones de los asuntos que más afectan la vida de las personas en Colombia”, explicó el Ministerio. Según Cristo, esa conversación nacional debe darse en el marco de la Constitución Política de 1991, en un ambiente seguro y de respeto para la deliberación. “Se trata de un proceso incluyente y participativo que buscará una metodología de construcción de consensos y acuerdos y que convocará a las diferentes instancias de diálogo institucional y sectores sociales representativos”, agregó. Primer eje del acuerdo nacional: la no violencia En primer lugar, una de las bases del acuerdo será desescalar el lenguaje en el debate y la deliberación política, buscando erradicar la estigmatización y respetar la diferencia y el disenso en todos los escenarios. Por ello, se proponen medidas para promover una mejor respuesta del Estado a la protección de la vida de los líderes políticos y sociales y de las personas firmantes de paz. En ese sentido, se avanzará también en la búsqueda de un pacto político nacional que tenga como fin la reconciliación y la convivencia pacífica. “Debe haber un compromiso de las partes con rechazar la violencia en la política, la interferencia de cualquier grupo armado en los procesos electorales y excluir de partidos y movimientos políticos a candidatos con vínculos con grupos ilegales”. Por su parte, desde el Gobierno se avanzará en la recuperación del control territorial, ejerciendo su autoridad legítima en contra de los grupos armados, así como promover la construcción de una estrategia para desmantelar las organizaciones criminales. Sin embargo, eso no excluye la posibilidad de avanzar en diálogos y proceso de paz: “la búsqueda de la paz seguirá siendo un propósito superior y en él se avanzará con los actores armados que demuestren una verdadera voluntad para alcanzarla”. Segundo eje del acuerdo nacional: no a la reelección Por otro lado, con el mentado acuerdo nacional el Ejecutivo espera garantizar la estabilidad de las reglas de juego democráticas en el corto, mediano y largo plazo en los niveles nacional, regional y local. Es decir, se le cierra la puerta a la reelección o alteración de los periodos de los mandatarios de la rama ejecutiva de elección popular. “Nos comprometemos, en el marco del proceso del acuerdo nacional, a estudiar y construir consensos sobre el cambio en el sistema político y electoral para que sea más eficiente y transparente, para que se fortalezcan los partidos y movimientos políticos y para que mejore el sistema de financiación de las campañas políticas”, precisó el Ministerio. Tercer eje del acuerdo nacional: guiño a la paz con los municipios PDET Fiel a su agenda relacionada con el cumplimiento del Acuerdo de Paz suscrito con la extinta guerrilla de las Farc, Cristo propuso “dar un impulso vigoroso” a la transformación de las 16 regiones donde se ejecutan los Planes de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET). “Más allá de las diferencias políticas respecto del Acuerdo de Paz, apoyaremos y trabajaremos con los alcaldes y gobernadores y, de manera articulada y participativa, con las comunidades, el sector privado, el Gobierno y la comunidad internacional, en las iniciativas y proyectos que mejoren las condiciones de vida y seguridad de los 6,6 millones de habitantes de esos 170 municipios”, explicó el ministro. Según el funcionario, transformar estos territorios permitirá hacerle frente a la violencia y la intervención integral en los territorios críticos “debe convertirse en una prioridad del Estado y de la sociedad, más allá del gobierno de turno”. Cuarto eje del acuerdo nacional: crecimiento económico “con equidad” Advirtiendo que el actual panorama económico abarca una alta desigualdad y persiste el desempleo, el Gobierno propone avanzar hacia “una economía productiva, incluyente y equitativa” que proteja y conserve la naturaleza y cuya competitividad esté basada en la educación, el talento, la tecnología y la conectividad, la transición energética, la estabilidad macroeconómica y el fortalecimiento del Estado Social de Derecho. “Creemos que se puede avanzar de manera concertada en el impulso al desarrollo rural integral, así como en el fortalecimiento de una agroindustria compatible con el cierre de las brechas de desigualdad y la protección de recursos naturales. Asimismo, impulsar el fortalecimiento de la industria estratégica con innovación, estándares de competitividad y políticas de crédito y fomento a sectores estratégicos como el agropecuario, el industrial y el turismo”, explicó el Ministerio. Quinto eje del acuerdo nacional: deliberación de reformas y el trámite en el Congreso Al persistir en sus reformas sociales, el Ejecutivo calificó como “esencial” reconocer la necesidad de avanzar “con apremio” en ellas con miras a mejorar el bienestar de los colombianos y las condiciones para consolidar la paz. Por ello, se propone trabajar con todos los partidos políticos representados en el Congreso y avanzar en la discusión de un grupo prioritario de proyectos que hacen parte de la actual agenda legislativa. Todo ello, en el marco del respeto a la oposición, de la deliberación argumentativa, la búsqueda de consensos y del diálogo respetuoso. “El acuerdo nacional va más allá de los trámites legislativos. Es un compromiso con la institucionalidad, con el reconocimiento a las realidades territoriales, con el respeto a los disensos y a las construcciones civilizadas. Si no nos hemos podido poner de acuerdo sobre los máximos, pongámonos de acuerdo sobre los mínimos”, precisó Cristo. La propuesta del acuerdo nacional llega tras el controvertido gesto de camaradería y amabilidad entre el presidente Gustavo Petro y el exjefe paramilitar Salvatore Mancuso. Lo anterior, durante un acto de entrega de tierras a víctimas en Córdoba, justamente uno de los territorios donde se ensañaron las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Justamente, por cuenta del encuentro y las críticas desde diferentes sectores, Petro ha entrado en rivalidad y conflicto con figuras como el expresidente Álvaro Uribe o el exfiscal Francisco Barbosa. Por si fuera poco, el anuncio del mentado acuerdo aterriza en momentos en los que la coalición de gobierno de Gustavo Petro enfrenta sendas dificultades. No solo persisten los cuestionamientos tras la revelación de chats que evidenciarían que el representante David Racero –uno de los escuderos de Petro–, habría pedido plata y asignado tareas particulares a su equipo legislativo, sino que se desató una aguda puja entre María José Pizarro y Gustavo Bolívar. “Con ella ninguna relación, ni en el futuro habrá, ni nunca”, expresó de forma tajante el director de Prosperidad Social, aclarando que es algo que viene de años atrás. “Si María José Pizarro llegara a ser la candidata de la izquierda, yo respetaría eso, sería una decisión del movimiento, pero yo no votaría por ella”, declaró Bolívar.
