Fecha Noticia: 18/04/2024
La manifestación del 21 de abril podría ser la más grande hasta ahora en contra del Gobierno. Hay varios factores que confluyen en esa hipótesis. El primero es que la última manifestación convocada por sectores de la oposición fue multitudinaria especialmente en Bogotá y Medellín. Desde entonces han sucedido varias cosas que podrían incentivar a más personas a salir a las calles. El presidente ordenó la intervención de tres EPS con alrededor de 20 millones de afiliados y lo hizo también a través de la Superintendencia de la Economía Solidaria con Drogas La Rebaja. Por otro lado, Petro volvió a hablar de la Constituyente, pero dejando muchas dudas sobre el camino en una confusa declaración en televisión en donde dijo que “importaba más el contenido que la forma”, lo que despertó alertas por una alternativa por fuera de la Constitución. Y, finalmente, el país se enfrenta a una crisis por la posibilidad de racionamiento de energía que tiene muchas aristas, pero que indudablemente tendría una repercusión en el Gobierno porque hay deudas de las que se quejan los actores de la cadena por alrededor de 600.000 millones de pesos (el Gobierno lo niega), en un escenario que expertos consideran parecido al del sistema de salud. El otro análisis es que la fecha escogida es un domingo, en el que muchas personas tendrán libre el día para salir a las calles. Y, además, los esfuerzos de quienes convocaron fueron dirigidos a poder reunir a la mayor cantidad de adeptos posibles para que sea una manifestación genuinamente ciudadana y no reivindicada por ningún partido. Uno de los políticos que sorprendió por su decisión de salir a las calles fue Alejandro Gaviria. Este, primer ministro de Educación del presidente que salió en la desbandada de José Antonio Ocampo en Hacienda y Cecilia López en Agricultura, se convirtió en los últimos meses en el crítico más duro de la reforma a la salud y, una vez caída esta en el Congreso, de las intervenciones ordenadas por la Superintendencia para tomar control total de las aseguradoras. Gaviria dijo que saldría en protesta por lo que considera la crisis y el colapso futuro del sistema de salud. Pero ese camino lo han seguido otros políticos que se ubican en el centro. Juan Manuel Galán, hermano del actual alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, también publicó un trino anunciando su motivación para la protesta. “Desde mi condición de ciudadano, los invito a que marchemos juntos, como colombianos, el próximo domingo 21 de abril en defensa del derecho fundamental a la salud y de nuestra democracia institucional”, afirmó. Pero hay más políticos que han venido convocando a sus seguidores para protestar contra el Gobierno. Esta podría ser una preocupación evidente para el presidente que ha hecho mucho trabajo en los territorios durante las últimas semanas, pero que no ha logrado convocar de la misma manera que antes en las calles. De hecho, la manifestación en conmemoración del día de las víctimas, para la que la administración puso una enorme tarima en la Plaza de Bolívar en la capital, fue muy pequeña. Petro, en las manifestaciones, parece haberse quedado solo con el apoyo leal de los sindicatos y hasta allí también hay divisiones importantes en dos alas divididas del la Central General de Trabajadores (CGT). En la derecha es claro que saldrán a protestar. El concejal de Bogotá por el Centro Democrático, Daniel Briceño, le explicó a este diario sus razones. “La marcha del 21 de abril es de vital importancia para enviarle un mensaje al presidente Gustavo Petro. Un mensaje de rechazo por sus recientes acciones y anuncios en materia de salud y la posible constituyente. Esta marcha es muy distinta a las anteriores puesto que no está dirigida por ningún partido político o dirigente en particular. Es producto de la unión de varios sectores científicos, ciudadanos, sociales que hoy tenemos algo en común y es que estamos preocupados y queremos mostrar nuestra indignación y nuestro rechazo por las recientes acciones del superintendente de Salud y del presidente por querer implementar a la brava una reforma que se le hundió en el Congreso”, enfatizó. Allí hubo una controversia importante que generó diferencias. Un sector del Centro Democrático quería montar una tarima para politizar la iniciativa y otro sector de los organizadores no estuvo de acuerdo al punto que se propusieron dos puntos diferentes para los marchantes: la séptima con 72, para los que no estaban de acuerdo con la tarima y los políticos con micrófono dando discursos, y la Plaza de Bolívar para los simpatizantes del partido. “No queremos que ningún político se suba a la tarima porque esta marcha está recogiendo apoyos de todo tipo. Aquí lo que importa es el país no el protagonismo de nadie”, dijo una fuente que prefirió no ser mencionada. Los académicos y los médicos Procentrismo, una organización de académicos y ciudadanos que promueve los debates técnicos y el centro económico, publicó un comunicado señalando que sus miembros también saldrán a las calles. “Nosotros, como una expresión del centro político, en defensa de la democracia, la institucionalidad, el desarrollo, la política pública basada en evidencia, y los principios liberales, nos sumamos a la convocatoria de esta importante movilización nacional. Hacemos un llamado a la unidad y al respeto. En estas manifestaciones de rechazo al populismo, deben caber todos los líderes de sectores políticos sociales económicos y culturales”, argumentaron. Igual que esa organización, varios grupos de médicos, cirujanos y enfermeros anunciaron que marcharan con las batas blancas puestas. “La Asociación Colombiana de Sociedades Científicas que agrupa y representa actualmente a 69 organizaciones de médicos especialistas en el país, se une e invita nuevamente a la marcha del próximo domingo 21 de abril a realizarse en diferentes ciudades del país (...) ningún cambio que quiera realizarse en el sistema de salud, por mínimo que sea, puede afectar la salud de la población y de la misma manera, cualquier transición debe garantizar la protección de los derechos de los trabajadores”, señalan en el documento. Aunque los cálculos son apresurados, los analistas estiman que esta manifestación, de ser masiva, significaría un mensaje claro de rechazo a las decisiones recientes del presidente cuya desaprobación ronda el 60 % en diferentes encuestas. Para Petro este es un tema central porque la batalla por las calles ha estado en el centro de su carrera política desde siempre. Si el presidente pierde la puja por las calles, muestra debilidad. Antes ha deslegitimado las protestas diciendo que se trata de organizaciones de políticos que no están de acuerdo con sus reformas. Si la marcha del 21 A logra reunir sectores de centro y ser voluminosa, queda el interrogante de cómo responderá el mandatario.
