Fecha Noticia: 07/10/2024
Aunque la mayoría de los colombianos piensan en sus próximas vacaciones, muchos no logran consolidar el plan debido a las principales preocupaciones económicas en sus hogares. Así lo dejó ver el más reciente estudio de Consumer Pulse de Bain & Company, el cual revela una preocupante brecha en los hábitos de consumo y perspectivas económicas entre los colombianos de diferentes niveles de renta, lo que afecta significativamente su capacidad para planear vacaciones. El informe destaca que mientras sólo el 14 % de los consumidores de renta alta no planea vacaciones, esta cifra se eleva al 46 % entre aquellos con ingresos bajos. Este comportamiento, según la firma, se explica por la percepción negativa y poco optimista de la estabilidad económica entre los sectores de renta baja, quienes priorizan aspectos como la estabilidad laboral, el bienestar familiar y otras necesidades básicas antes que el tiempo vacacional. En contraste, los consumidores de renta alta disfrutan de mayor tiempo libre y flexibilidad, lo que les permite planear vacaciones con mayor frecuencia. Además, el estudio muestra que esta diferencia en la planificación vacacional influye en el consumo de productos y servicios relacionados con el ocio. Por ejemplo, el consumo de snacks es 1,3 mayor entre las personas de renta alta, mientras que el consumo en takeaway y delivery es 1,7 % más alto, en restaurantes y cafeterías 1,8 superior, y en drive-through es 1,5 mayor en comparación con los consumidores de renta baja. “Las implicaciones de esta disparidad van más allá de la simple elección de vacacionar o no. La brecha entre los consumidores de renta alta y baja tiene un impacto significativo en la economía nacional, especialmente en sectores como el turismo y la recreación, que dependen del gasto de los consumidores. La limitada capacidad de los colombianos de renta baja para adquirir nuevos productos, servicios y experiencias afecta no solo a su calidad de vida, sino también a los empleos y la estabilidad económica de las industrias vinculadas al ocio y las vacaciones”, subraya el informe. Este estudio destaca la importancia de entender las diferencias económicas al analizar el comportamiento del consumidor colombiano y cómo estas disparidades influyen en la economía del país. Además, se evidencian dos realidades distintas, pues hay una diferencia marcada en el comportamiento del consumidor entre diferentes rangos de renta. En términos de perspectivas, aunque la mayor preocupación por la salud y bienestar es un denominador en común para todos los grupos, los consumidores de renta baja muestran un estado de ánimo más negativo y menos optimista respecto al futuro en comparación con los consumidores de renta alta. En las perspectivas a cinco años se deja en evidencia que el 28 % de los encuestados de rentas bajas ven un futuro negativo, el 31 % uno neutro y el 41% más positivo. En contraste, el 27 % los encuestados de rentas altas ven un panorama peor, el 18 % uno neutro y el 55 % uno positivo. “Las aspiraciones de los consumidores de renta baja giran en torno a la estabilidad, su trabajo y deseo de comprar y viajar más. Por otro lado, los individuos de renta alta también buscan oportunidades de viaje, pero priorizan su familia y trabajo”, agrega el informe. Así, con más tiempo libre y flexibilidad, los consumidores de renta alta planean vacaciones más frecuentemente, comen snaks con mayor frecuencia y consumen alcohol casi dos veces más, entre otros hábitos distintivos. Vale destacar que los consumidores de renta alta trabajan 1,9 veces más en home office frente a la renta baja, lo que les permite mayor disponibilidad de tiempo para viajar. Otros resultados del informe destacan que a pesar de las preocupaciones de su situación y la del mundo, el consumidor mantiene perspectiva positiva para el futuro. “Preocupados por su situación financiera (debido al alto costo de vida) y su salud física (así como la capacidad para mantenerla), los consumidores expresan estrés y tristeza como sus principales sentimientos negativos, mostrando índices de preocupación más altos que los de los consumidores de los mercados más desarrollados. Mientras que en Europa y Estados Unidos los consumidores están dejando de recortar gastos, en Colombia la tendencia se mantuvo”, cierran.
