Las exenciones fiscales en los estados brasileños y en el Distrito Federal se han triplicado en las últimas dos décadas, según un estudio divulgado por la Federación Nacional de Autoridades Tributarias Estatales y Distritales (Fenafisco), pasando de R$ 87,89 mil millones en 2015 a un estimado de R$ 266,52 mil millones en 2025. El análisis sin precedentes trae datos detallados sobre las modalidades de exenciones, los sectores más beneficiados y el impacto en los ingresos estatales y del Distrito Federal y destaca la industria con el sector más beneficiado en el país. La exoneración tributaria ocurre cuando el gobierno no recauda parte de los impuestos para estimular la economía o apoyar programas sociales, promovidos por el sector privado o entidades no gubernamentales. El año pasado, correspondió al 21% de los recursos financieros de los gobiernos estaduales de R$ 1,1 billones. En promedio, las exenciones fiscales representan el 1.32% del Producto Interno Bruto (PIB) de las entidades federativas. La industria fue el sector más beneficiado a nivel nacional, recibiendo el 37,79% de las exenciones fiscales, seguido del comercio, con el 20,13%, y la agricultura, con el 16,70%. El estudio señala al crédito presunto como la modalidad más utilizada, representando el 40,77% del total, seguido de la reducción de la base de cálculo (22,17%), la exoneración impositiva (6,66%) y el crédito otorgado (5,30%). Fenafisco advierte que el crecimiento genera preocupaciones sobre los impactos de estas concesiones en las finanzas públicas y el equilibrio regional, y que el monto condonado no siempre se traduce en crecimiento y desarrollo. "No tenemos datos consistentes que apunten a los beneficios de las exenciones para la población. Esos montos podrían invertirse directamente en políticas públicas, como infraestructura, salud y educación, por ejemplo", dice Francelino Valença, presidente de Fenafisco. Afirma que las exenciones tampoco se reflejan en la reducción de los precios de los productos de consumo, y que "el otorgamiento exagerado de estos beneficios desencadenó la guerra fiscal entre las entidades federadas, con repercusiones negativas para toda la sociedad". En la fase final de aprobación en el Congreso Nacional, la Reforma Tributaria prevé la creación de fondos de compensación para las empresas y estados que actualmente dependen de estos incentivos, además de trasladar la tributación al destino del consumo, en lugar del lugar de producción, con el objetivo de reducir los impactos de las exenciones fiscales y promover un desarrollo más equilibrado entre regiones. "Se espera que la Reforma Tributaria, que debería poner fin a la guerra tributaria entre los estados, entre en pleno funcionamiento en 2033. Hasta entonces, es necesario realizar una revisión crítica y nuevos enfoques en relación a las exenciones", destaca Valença. Top 3 de la exención: São Paulo, Río y Amazonas São Paulo y Río de Janeiro concentran la mayor parte de las exenciones impositivas del país, con Minas Gerais en el sexto lugar del ranking, lo que hace que la región Sudeste acumule alrededor del 47% del total, liderada por São Paulo. Las regiones del Sur y el Medio Oeste siguen la lista con el 16% del total de exenciones. La región Nordeste participa con un 11%, mientras que la Norte con un 10%. Amazonas se destaca en el Norte, concentrando el 82,36% de las exenciones en la región, influenciada por la Zona Franca de Manaos, siendo el tercer estado en otorgar más exenciones, R$ 12,1 mil millones, en la estimación entre 2015 y 2025. La estimación promedio de renuncia en São Paulo es de R$ 44,4 mil millones, en Río de Janeiro, R$ 12,7 mil millones. Goiás sigue a Amazonas, ocupando el tercer lugar (R$ 11,9 mil millones) y Santa Catarina (R$ 11,7 mil millones). En el Centro-Oeste, Mato Grosso y Mato Grosso do Sul registraron promedios de R$ 6,4 mil millones y R$ 5,9 mil millones, respectivamente. En la región Nordeste, Bahía lidera con R$ 4,7 mil millones en exenciones impositivas anuales. El Distrito Federal aparece en la posición 12 en el ranking nacional, con un detallado estado de exenciones fiscales. Pará, Rio Grande do Norte, Tocantins, Rondônia, Piauí, Amapá, Acre y Roraima, con exenciones impositivas de menos de R$ 1 mil millones, siendo Roraima el estado con menor volumen de exenciones. El economista Juliano Goularti, autor del estudio junto con la historiadora Talita Alves de Messias, señala que las exenciones fiscales terminan reduciendo los ingresos públicos para acciones de financiamiento público de servicios esenciales y generan déficits presupuestarios cuando se planifican mal. Señala que el otorgamiento desigual de estos beneficios profundiza las desigualdades regionales, además de impactar negativamente en el empleo y los ingresos en las zonas menos favorecidas. En 2023, la exención en Amazonas correspondió al 61,87% de los ingresos públicos estatales. Otros estados con una alta proporción de exenciones en relación con los ingresos son Santa Catarina (46,68%), Mato Grosso (41,30%) y Goiás (33,93%). En São Paulo, el estado con el PIB más alto del país, la exención corresponde al 30,07% de los ingresos totales. El economista señala que las exenciones impositivas son el resultado de una "larga trayectoria de complejización de la estructura tributaria brasileña que ha posibilitado que las unidades federativas compitan por la instalación y permanencia de empresas dentro de su zona de jurisdicción", y refuerza que, de esta manera, "la guerra tributaria termina erosionando los ingresos de los estados sin garantizar un cuerpo real de ventajas relacionadas con el desarrollo socioeconómico". Para Goularti, la falta de transparencia y de mecanismos robustos de evaluación de resultados dificulta el control presupuestario, lo que fomenta la evasión fiscal y compromete la competitividad, al favorecer desproporcionadamente a las grandes empresas. "La incapacidad de medir el retorno de los incentivos pone en jaque su efectividad real", concluye.
Fuente: Jornal do Brasil (Brasil)