La persistencia del bloqueo de carreteras impulsado por Evo Morales y sus seguidores, que ya cumple 18 días, pone en riesgo no solo la economía interna, sino también la reputación y los compromisos internacionales de Bolivia como proveedor confiable de alimentos. La Federación de Ganaderos de Santa Cruz (Fegasacruz) alertó del riesgo de perder mercados internacionales para la carne de res, y advirtió de que se incumplieron contratos de exportación. “El bloqueo genera que se rompa la cadena de distribución de nuestra carne al país y también a las fronteras internacionales. Creo que perdemos la seriedad como país en el momento en que no cumplimos con los contratos establecidos con los volúmenes y los tiempos para la entrega”, señaló Wálter Ruiz, presidente de Fegasacruz, en conferencia de prensa. Ruiz exhortó al Gobierno a intervenir para desbloquear las vías y proteger los mercados internacionales de Bolivia. “Hay otros países que tienen mucha más seguridad en sus carreteras y pueden prometer contratos, y obviamente nosotros podríamos quedarnos sin esa exportación tan importante en la generación de divisas”, agregó el dirigente. Esta medida generó una escalada de pérdidas en el sector agropecuario de todo el territorio nacional. El presidente Luis Arce, en un mensaje a la población, señaló que en 17 días de bloqueos se contabilizaron pérdidas estimadas en más de $us 1.700 millones, afectando a sectores como el avícola, soyeros, cañeros, bananeros, piñeros, además de los productores de hortalizas y carne de res, pollo y cerdo. Además, la interrupción del suministro agrava la escasez y la especulación en los mercados de las ciudades de Santa Cruz, Cochabamba, La Paz y El Alto, principalmente, elevando los precios de productos básicos para las familias bolivianas. Mientras los productores y exportadores enfrentan cuantiosas pérdidas, el impacto del bloqueo se extiende a la población en general. El conflicto, motivado por las exigencias de imponer la candidatura de Evo Morales para las elecciones de 2025 y frenar los procesos penales que enfrenta en la justicia, ha puesto al país en una situación crítica en la que se pone en juego la estabilidad de la economía, el acceso a los productos básicos y la confianza internacional en el aparato productivo de Bolivia.
Fuente: La Razón (Bolivia)