Fecha Noticia: 26/09/2016
Poco más de 435 mil personas salieron de la pobreza entre 2013 y 2015, pero ésta finalmente sigue afectando a dos millones de ciudadanos. El retroceso que anotó esa variable desde 14,4% a 11,7% es el dato de partida de la última Encuesta Casen -difundida el jueves por el gobierno-, pero no el único ni el más decidor.
La medición multidimensional, que determina cuán vulnerable es o no la población, también tuvo una leve caída, de 20,4% a 19,1%. Pero tal vez el dato más alentador se observó en la distribución, donde el Coeficiente de Gini -indicador que mientras más cercano a cero es mejor-, al estimarse en 0,495 marcó un hito, ya que hace más de una década no bajaba de 0,5.
Para el gobierno, las cifras fueron una buena noticia, pero también revelaron una suerte de condición ya crítica, como es la evidente desigualdad con la que convive la población: “Si bien las mejoras de pobreza, pobreza extrema y pobreza multidimensional son consistentes con patrones de consumo actuales, más exigentes y con niveles acordes a la realidad de nuestro país, seguimos viendo que la inequidad es un flagelo difícil de combatir”, afirma el ministro de Desarrollo Social, Marcos Barraza.
“Eso es un dato que tomamos con optimismo, pero no de manera exitista, básicamente porque persiste en Chile un 11% de la población que sigue en situación de pobreza por ingresos”, agrega.
Sicólogo de la Universidad de Santiago, militante comunista y de creciente influencia en el gabinete, Barraza comienza esta entrevista aclarando que las mejoras develadas en la Casen 2015 y en especial el leve avance en distribución del ingreso son resultados “asociables” a la efectividad de políticas públicas con enfoque de derechos -dogma en la actual administración Bachelet- y no a las reformas estructurales impulsadas por el gobierno, las que sí podrán tener un impacto medible en una perspectiva de tiempo más larga.
“Las reformas en el largo plazo permitirán sostener reducciones mayores de pobreza y, ciertamente, disminuciones en la distribución de los ingresos, es decir, reducir la desigualdad. En el presente, son políticas sociales las que están explicando estos avances”, dice.
En la caída de la pobreza por ingresos que reporta la Casen 2015, ¿cuánto influyeron las transferencias monetarias directas y los subsidios fiscales?
Ese es un cálculo que aún no tenemos, no sabría precisarlo. La Casen entrega datos duros, que debemos seguir procesando para después, de manera responsable, tener las asociaciones pertinentes.
¿Pero tendrá, al menos, una noción de si fueron o no determinantes esas transferencias en las mejoras de pobreza por ingresos?
Sí hay un impacto ciertamente. Lo que se aprecia es que hay un crecimiento de los ingresos por concepto de trabajo, exceptuando el noveno y décimo decil, y que también los avances se explican por un mejoramiento de los ingresos monetarios vía transferencias.
El noveno y décimo decil son los más acomodados, ¿qué explica que ahí no se haya observado un aumento de ingresos autónomos?
Estamos analizando los datos, lo que hay detrás de cada variable reportada, pero anticipar cuáles son las razones no es algo que pueda hacer ahora. Lo que sí puedo adelantar es que en esos deciles es donde se constatan bajas en los ingresos autónomos.
A partir de los datos, ¿cuál factor fue más determinante en estas mejoras: los ingresos autónomos o las transferencias del Fisco?
No lo hemos podido recoger. Esperamos poder medirlo, pero no podría hoy esbozar una noción.
La pobreza por género sigue afectando más a las mujeres. ¿Qué muestran las cifras de la Casen para explicar esta constante?
En el caso de la pobreza por ingresos, para los hombres ésta se redujo desde 13,7% a 11,2%, y en el caso de la mujer, bajó de 15% a 12,1%. Sin embargo, quiero destacar que en materia de pobreza multidimensional, los hombres están en 21,4% y las mujeres en 20,4%. Es decir, si bien las mujeres presentan un porcentaje mayor en pobreza por ingresos, están en una condición superior en multidimensional.
¿Qué explica esa diferencia?
Una posible asociación tiene que ver con el hecho de que la pobreza se acentúa más en hogares con jefatura monoparental. La encuesta nos reveló que el 12,9% de los hogares liderados por mujeres están bajo la línea de pobreza, mientras que en aquellos liderados por hombres, este indicador es de 8,8%. En 2013, los datos para cada caso eran de 15,4% y 11,2%. Hubo una mejora, pero sigue habiendo desigualdad por género en ingresos.
¿Qué hay tras esa leve mejora?
Los datos nos muestran que en este período hubo un aumento en la tasa de ocupación de mujeres y especialmente un incremento en los deciles quinto y octavo. Nuestra lectura preliminar es que esto es consistente con los esfuerzos que se han hecho en políticas sociales orientadas a mayor capacitación y empleabilidad para las mujeres.
Esas y otras políticas no son exclusivas de este gobierno...
Yo soy de la idea de que en políticas públicas para el combate de la pobreza ha habido esfuerzos de gobierno y esfuerzos de Estado.
¿O sea que no todas las mejoras sociales son patrimonio de este gobierno o del progresismo? ¿También la derecha hizo lo suyo en el gobierno anterior?
Siempre hay diferencias desde el punto de vista de qué es lo que guía el accionar de un gobierno. Y ciertamente que la esencia de nuestro gobierno tiene que ver con combatir la desigualdad. Sin embargo, la protección social se ha ido constituyendo en una realidad que traspasa ciertos gobiernos. Si uno revisa las políticas de otros países, la inclusión y la protección social son una constante. La pregunta aquí es si es efectiva la inclusión que se promueve y si es efectiva la protección social.
Sin comparación
La Casen 2015 no trajo un empalme con la serie histórica de la encuesta y eso hace imposible las comparaciones hacia atrás. ¿Por qué tomaron esa decisión?
La Comisión para la Medición de la Pobreza de 2012 en sus recomendaciones estableció actualizar la línea de pobreza en función de patrones de consumo del presente y no del pasado, como también la creación de una medida de carácter multidimensional. Estas recomendaciones surgieron de un consenso del mundo de la academia, de las organizaciones de la sociedad civil y del mundo político.
Pero la comisión no recomendó suspender la medición antigua o no empalmar los datos...
Si yo siguiera midiendo con parámetros del año 87 podría artificiosamente decir que hay menos pobres. Artificiosamente, podría estar sacando a familias de la pobreza, porque estaría midiendo con una escala de consumo que no tiene coherencia con la realidad. Eso, además de ser inoficioso, incluso puede ser insultante desde el punto de vista de una familia que falsamente está ubicada fuera de la pobreza en circunstancias de que sí está en situación de pobreza.
¿Y están evaluando actualizar la serie hacia atrás para hacer comparables los datos?
Estamos trabajando con la medición que se actualizó en 2013 con valor presente. Eso nos permite tener una medida de comparación en función de lo que hoy día viven las familias y de cómo viven.
¿Pero para la serie histórica han evaluado hacer el mismo proceso?
No lo hemos evaluado, pero lo que sí estoy señalando es que lo que importa es tener datos duros coherentes con la realidad. Eso es importante a tener presente, porque de lo contrario se establece una idea que no tiene sustrato real.
¿El MDS podría hacer eso?
Es un proceso que no hacemos sólo nosotros. Es un proceso que se hace en conjunto con la Cepal, que mide para efectos de ingreso; la OPHI de Oxford que mide para efectos de pobreza multidimensional. La Casen 2015 viene a consolidar la confiabilidad, rigor técnico, rigor metodológico y coherente con la realidad; no es una metodología desafectada de la realidad que viven las familias. Y algo que es muy importante: transparencia.
¿Retomarán la Casen Panel?
Lo que establecimos en el programa de gobierno es hacer la Casen cada dos años y estamos cumpliendo con eso. Vamos por parte. Hoy estamos cumpliendo con lo que prometimos, que fue tener una encuesta cada dos años.
Usted dice que el efecto de las reformas se verá en el tiempo. ¿La Casen 2017 recogerá algo de las reformas? ¿Se podrían esperar mejoras en pobreza y distribución?
Esperemos la Casen 2017, pero ciertamente sí hay convicción, uno tiene que trabajar con la idea de que Chile va mejorando.
Gasto social
Más o menos un 68% del gasto fiscal es social. Si las transferencias monetarias son determinantes para reducir la pobreza, según ha dicho usted, ¿un mayor gasto social podría ahondar más en eso?
Es evidente que la protección social, entendida como la expresión de la inversión social, juega un papel importante; no podría ser de otro modo. Dicho eso, siempre el gasto social es importante, pero también lo son las políticas públicas que generen habilitación para las autonomías de ingresos por parte de las familias. El problema no remite exclusivamente a cuál es la inversión social, que insisto es importante, sino también a variables como productividad y crecimiento, que no pueden estar disociados de esta conversación.
¿Con esa lógica habilitante, el programa Seguridad y Oportunidades (ex Chile Solidario) no debiera tener nuevos diseños, nuevas líneas de apoyo y más recursos?
En el MDS hemos estado en un ejercicio permanente de mejoramiento de los instrumentos. A inicios de 2016 implementamos el reemplazo de la Ficha de Protección Social por el Registro Social de Hogares, que es un paso importante, porque para tener una buena protección social y distribuir correctamente los recursos, que sean materia de focalización como tendencia hacia la universalización, se requiere de una adecuada selección y de un sistema de información de protección social que proporcione datos para asegurar la asertividad desde el punto de vista de dónde invertir los recursos de las familias. En materia de Seguridad y Oportunidades -que tiene transferencias monetarias y va acompañado de apoyos sociolaborales y psicosociales-, también hemos estado revisando los datos para mejorar su efectividad. Y ¿por qué? Porque una de las dimensiones que se adicionaron a la (medición) pobreza multidimensional, que es la de redes y cohesión social, parte de una evidencia de la investigación que es que la superación de la pobreza no es sólo un esfuerzo individual y familiar, sino también es resultado de un esfuerzo de la comunidad.
¿Vienen nuevos programas?
Estamos en constante mejoramiento de las políticas públicas...
¿O sea que van a pedir más recursos en el Presupuesto 2017?
No quisiera adelantar nada sobre la Ley de Presupuestos, porque es un tema que está abordando el ministro de Hacienda y es una discusión en curso. No es recomendable que uno se ponga a hacer afirmaciones o pronósticos.
Pero usted es ministro y está en La Moneda, ¿tendrá alguna certeza de que pese al ciclo y la estrechez fiscal se mantendrá el foco social?
La prioridad principal del gobierno de la Presidenta Bachelet es el bienestar y la calidad de vida de las familias. Lo fue en el gobierno anterior y lo sigue siendo en este gobierno.
