La resiliencia que ha mostrado el mercado laboral
al período de desaceleración económica por el que atraviesa el país al
parecer está llegando a su fin, o por lo menos eso es lo que anticipan
los economistas.
La razón es simple: la tasa de desempleo del
Gran Santiago se disparó 2,6 puntos en la medición de marzo hasta 9,4%,
lo que se traduce en 289.300 personas desocupadas, reveló la medición
realizada por el Centro de Microdatos de la Universidad de Chile.
Este
dato es el más alto desde marzo de 2010, cuando la tasa de desempleo de
esta zona se ubicó en 10,8%, lo que fue destacado por el director de la
entidad, el economista Jaime Ruiz-Tagle.
El alza desde el 6,8%
observado en diciembre y también hace un año obedece -según Ruiz-Tagle-
principalmente a la disminución de 3,2% que registró la creación de
empleo, en un contexto donde la fuerza de trabajo bajó 0,5%.
Los
rubros donde más se contrajo el empleo fue en el sector público, que
acusó una caída anual de 20,1%. Le siguieron los servicios personales y
de hogares, con una baja de 7,7% y la manufactura, con una baja de 7,5%.
Solo el comienzo
El
aumento en el desempleo generó un clima de preocupación entre los
economistas, ya que regularmente la encuesta de la Universidad de Chile
anticipa los datos que entrega el Instituto Nacional de Estadísticas
(INE), lo que se confirmará este viernes cuando se conozcan las cifras
de empleo del primer trimestre a nivel nacional.
De acuerdo al
economista jefe de Banco de Chile, Rodrigo Aravena, la principal lectura
es que la cifra confirma que la economía chilena tiene una posición
cíclica que hoy es “sumamente débil”. “No es menor que sea la mayor tasa
de desempleo desde 2010 cuando la economía chilena estaba con secuelas
de la recesión de 2009”, expuso.
A lo anterior, sumó que la cifra
comprueba la hipótesis del mercado respecto a que el bajo nivel de
desempleo se sustentaba en el impulso fiscal. Si se asume que la
desaceleración del gasto continuará, dijo, “pone más pesada la pista
para ver una recuperación del empleo”.
En este punto, el
economista jefe de Itaú Chile, Miguel Ricaurte, planteó una visión
distinta y llamó a mirar las cifras “con cuidado”, principalmente porque
el grueso del empleo de la administración central se encuentra en
Santiago. “La destrucción de empleo fiscal puede no ser representativo
de todo el país”, acotó.
Para el economista jefe de BCI Estudios,
Sergio Lehmann, se trata de un “dato preocupante, que debería ser
confirmado por el INE” y anticipa un deterioro adicional para el mercado
laboral en los próximos meses. ¿La razón? Proyecta que se disiparán
factores estacionales positivos asociado a los servicios y agricultura
en el verano, al tiempo que el dinamismo del sector construcción
comenzará a decaer hacia la segunda parte del año.
Una opinión
similar tiene Hernán Cheyre, presidente del Consejo del Instituto del
Emprendimiento de la UDD, y aunque reconoce que esta es la primera alza
abrupta que anota un indicador de desempleo, todo parece indicar que se
hará extensivo al resto del país. “No me sorprendería que llegará a los
dos dígitos. Era algo anunciado, que se venía venir”, afirmó.
Para
el gerente de Macroeconomía de Inversiones Security, César Guzmán, lo
más preocupante es la caída en la creación de empleos, ya que “tal
magnitud no se había visto desde la crisis financiera de 2009”. Añadió
que el dato se suma a otros factores que ya evidenciaban un deterioro
del mercado laboral, como moderación en la creación de empleos, la baja
participación de los empleos asalariados y el menor ritmo de crecimiento
de los salarios.
La inquietud de los economistas se extendió a
los gremios locales, como lo expresó la Cámara de Comercio de Santiago
(CCS) y la Asociación de Bancos (ABIF). En este escenario, el economista
Jorge Hermann planteó que el gobierno debe ser “más osado” en sacar
medidas que no están en la agenda, relacionadas con el empleo juvenil y
femenino, como teletrabajo o adaptabilidad laboral, “temas que
actualmente no forman parte de la agenda”.
Gobierno "sorprendido" ante alza en la desocupación
El
gobierno reaccionó con sorpresa y cierta preocupación ante el fuerte
incremento del desempleo en el Gran Santiago en marzo, que avanzó a
9,4%.
El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, fue uno de los
primeros en tomar la palabra, señalando que las cifras son una señal de
que el mercado laboral "está más débil".
"Las estadísticas
de la Universidad de Chile para marzo evidentemente son una mala
noticia. Hacen más necesario aún seguir trabajando por el crecimiento.
Hasta ahora, era el bajo crecimiento el que nos llamaba a seguir
empujando los temas de crecimiento, pero este aumento del desempleo hace
esto más evidente", señaló.
Valdés recordó que en los
últimos meses tanto él como otros economistas se manifestaron
sorprendidos ante el hecho de que el desempleo se mantenía bajo y no
parecía reaccionar a las condiciones macroeconómicas. "También me
sorprende hoy el tamaño del alza del desempleo de un trimestre a otro.
El salto de un trimestre a otro parece algo alto para poder entender qué
está pasando con la economía", comentó el titular de las finanzas
públicas.
La ministra del Trabajo, Ximena Rincón, coincidió señalando que el alza en la desocupación es "grande" de un trimestre a otro.
"Siempre
hemos dicho que el empleo y su calidad nos preocupa, tanto en épocas
buenas como malas. Obviamente, la cifra nos preocupa, pero nos preocupan
tanto cuando son buenas y cuando son malas", señaló la secretaria de
Estado.
El ministro de Economía, Luis Felipe Céspedes, hizo
un llamado a centrar la discusión en las medidas de productividad que ha
presentado el Ejecutivo para retomar un mayor crecimiento económico.
"La
cifra va en línea con el menor crecimiento económico que hemos tenido
en meses recientes. Y refuerza la necesidad de seguir fortaleciendo las
confianzas y el trabajo en productividad", destacó el secretario de
Estado.
La preocupación por el alza de la desocupación en el Gran Santiago llegó hasta el Palacio de La Moneda.
El
vocero de gobierno, Marcelo Díaz, recordó que el gobierno ha puesto el
crecimiento económico como un "complemento central" de la agenda del
Ejecutivo.
"No celebramos ni lamentamos, sino que trabajamos
para que los efectos del escenario económico internacional no repercutan
en la calidad de vida de los sectores más vulnerables y esa ha sido la
instrucción de la presidenta. No creemos que la gente se tenga que
preocupar", señaló el titular de la Segegob.