Fecha Noticia: 24/11/2014
Con ello, en los primeros nueve meses se registra un magro crecimiento de 1,8%. Para el año las proyecciones comienzan a situarse predominantemente bajo el 2%, planteando esencialmente la discusión en términos de las proyecciones de crecimiento para el año próximo. Por ahora, estas se sitúan en torno a 3%. Otro hecho distintivo dentro del desempeño macroeconómico reciente en Chile es el aumento que ha registrado en los últimos meses la tasa de inflación, que pasó de una tasa en doce meses de 2,8 % en enero a un 5,6% en octubre pasado. Para este año, la mayoría de las proyecciones se ubican entre 4,5 y 5%, rango que excede las proyecciones del Banco Central de septiembre pasado, de una tasa de inflación de 4%. DEVALUACIÓN. La explicación del aumento en el ritmo de crecimiento de los precios se encuentra, en buena medida, en la importante devaluación que ha tenido el peso —que alcanza a un 15,3% en los primeros diez meses del año con respecto a igual período anterior— en respuesta a los cambios experimentados, tanto por las condiciones económicas externas como en el caso de las domésticas. Para 2015 se espera una fuerte caída de la inflación hacia tasas dentro del rango meta de 2 a 4% que se ha planteado la autoridad monetaria, aunque este resultado dependerá de lo que ocurra con el tipo de cambio y también, con la dinámica de precios y salarios en respuesta a la mayor inflación. Un aspecto sobresaliente del panorama económico chileno del presente año es la fuerte caída que registra la Formación Bruta de Capital. En el primer semestre, este indicador mostró una caída promedio de 6,8%, la que se intensificó en el tercer trimestre que registró una disminución de 9,9% en el mencionado indicador. Por otro lado, el consumo de los hogares redujo considerablemente su tasa de variación, desde un nivel promedio de 5,6% el año 2013 a un 2,5% en los primeros tres trimestres del año. Cabe añadir que en octubre pasado las importaciones de bienes de consumo registraron una caída de 19% respecto a igual mes de 2013, siendo la mayor caída de dicho indicador desde septiembre del 2009, en momentos de una aguda crisis financiera en las mayores economías del mundo. TRABAS. El evidente deterioro que muestra la economía chilena ha llevado a diferentes autoridades de gobierno a moderar un discurso que inicialmente estuvo marcado por el propósito de producir transformaciones profundas en la estrategia de política económica seguida en las últimas décadas. Así, tras desestimarse inicialmente los efectos de una agresiva reforma tributaria sobre el ahorro y la inversión, la tarea que ocupa actualmente al equipo económico de la Presidente Bachelet consiste en remover las trabas que dificultan el desarrollo de nuevos proyectos, los que se espera que contribuyan a revitalizar la economía. Por otro lado, se han dado señales de moderación en las ideas que guiarán una muy anunciada reforma en la legislación laboral. De este modo, en la búsqueda de un adecuado equilibrio de las condiciones de trabajo entre empresarios y trabajadores, ha reaparecido la preocupación por el logro de altas tasas de ocupación como un objetivo importante de considerar en el análisis. Ello junto la incorporación de la flexibilidad necesaria para facilitar la inserción laboral de mujeres y jóvenes deseosos de realizar actividades laborales de tiempo parcial, de un modo coherente con otras actividades, como el estudio o las labores domésticas. RETORNO. La idea de fortalecer la "cooperación público-privada" ha pasado a constituir un planteamiento recurrente en los discursos de las autoridades económicas, lo que podría considerarse como el preludio de un progresivo regreso hacia la "hoja de ruta" del modelo de economía de mercado, para dejar a un lado la "retroexcavadora" que busca su demolición. Creo que esta visión —más moderada y coherente con la reciente historia de éxitos de la economía chilena —está presente en algunos sectores de la coalición gobernante, los que quisieran realizar algún ajuste en el tamaño del gasto de gobierno en determinados sectores, como educación y salud, pero no pretenden provocar cambios drásticos en la institucionalidad económica. Sin embargo, por otro lado se encuentra el mencionado enfoque de "la retroexcavadora", elocuentemente ilustrado por una reforma tributaria tan drástica como confusa. De hecho, el ejercicio de moda en los círculos empresariales consiste en entender la reforma y sus consecuencias. Por cierto, ese no es el contexto adecuado para revitalizar la agenda de inversión. EDUCACIÓN. Por otro lado, subsiste un álgido debate con respecto al futuro de la reforma educacional planteada por el gobierno. Dentro de sus aspectos principales se encuentra el fortalecimiento de la educación pública en desmedro de la privada. El fin de la selección de estudiantes en los colegios y, el término de lo que se ha dado llamar como "el lucro" en los colegios particulares que reciben alguna subvención estatal. Cabe hacer presente que este segmento de la oferta de educación escolar ha crecido fuertemente en la última década, en respuesta a la búsqueda de los padres por las condiciones de enseñanza, trabajo y disciplina que no les entrega la alternativa pública. Son diversos los sectores envueltos en la discusión de esta reforma, cuyo desenlace entregará una señal importante acerca de la sensibilidad de las mayorías parlamentarias a los argumentos técnicos y la evidencia que los acompaña. También dará importantes pistas con respecto a la capacidad del gobierno y la coalición que lo apoya para resistir las presiones de grupos marcadamente ideologizados, como el denominado "movimiento estudiantil", o grupos de presión como el colegio de profesores. DIVERGENCIAS. Para culminar esta breve descripción de las tensiones que está provocando entre las "dos almas" de la coalición gobernante una agenda de reformas tan agresiva como desprolija, es interesante constatar que el mismo día en que los periódicos daban cuenta de los esfuerzos del gobierno por dar señales de moderación al empresariado en materia de reforma laboral, se anunciaba la pronta entrega a la Presidente Bachelet del informe de la comisión que estudia una reforma a la Constitución, ejercicio que considera como un mecanismo para materializar dicha reforma la convocatoria a una Asamblea Constituyente. En este ambiente resulta innecesario gastar mucho tiempo en la realización de proyecciones econométricas para establecer las perspectivas de la economía chilena. La incertidumbre que rodea la toma de decisiones productivas sigue siendo considerable, lo que hace difícil que pueda recuperar el dinamismo en el futuro cercano. Por ahora lo más probable es que se prolongue un pobre desempeño en materia de actividad e inversión, pero con mayores tasas de desempleo. Todo ello llevará a un mayor gasto fiscal para levantar la demanda interna. En la misma línea, cabe esperar que en tanto se verifique una desaceleración de la tasa de crecimiento de los precios, reaparezca una presión para que el Banco Central rebaje nuevamente su Tasa de Política Monetaria. Bien sabemos que la solución para la pérdida de dinamismo que registra la economía chilena no va por ahí. Confiar en las políticas de impulso fiscal y monetario para corregir las distorsiones que conlleva una errada e imprecisa agenda de políticas de oferta, sólo puede agravar la enfermedad. Tal vez será necesario un período más prolongado de deterioro de los indicadores económicos para dar por terminado este recreo a la disciplina de una economía de mercado.
